

Es el momento de invertir en la recuperación
Los principales actores del sector turístico señalan que la demanda turística no volverá a niveles de 2019 hasta el año 2023 ó 2024, aunque confían en que a partir de la Semana Santa de 2021 se produzca el punto de inflexión y empecemos a crecer de manera paulatina.
Pero para que esto ocurra también están de acuerdo en que es necesario que desarrollemos una industria inteligente que conozca bien a sus clientes y que sea rentable. España es una potencia como destino turístico, cuenta con empresa líderes en el sector y cuenta con las mejores infraestructuras tecnológicas y de comunicación de toda Europa.
Con transformación del turista tradicional al digital, muchas empresas ya habían empezado a adaptarse al nuevo escenario cambiante y exigente, donde una gran parte de la experiencia turística se basaba en la digitalización de los servicios, pero esta pandemia ha acelerado esta adaptación y obligado a las que no lo habían hecho, iniciar esta transformación. Los datos son claros, la digitalización permite incrementar hasta un 25% la productividad, facilitando el día a día y gestionando datos de gran valor.
El cliente demanda servicios cada vez más personalizados así como experiencias únicas, y ello sólo puede ofrecerse cuando se le conoce en detalle. Para ello es necesario recoger datos a través del Internet de las Cosas (IoT), analizarlos con el big data y generar soluciones y respuestas en tiempo real en función de todos los parámetros anteriores a través de la inteligencia artificial.
Pero no solo mejora los resultados, además, la digitalización tiene un impacto directo en la sostenibilidad de los destinos, al permitir medir los impactos de los turistas en el territorio, y gestionar así y de manera más eficiente los recursos, la eficiencia del transporte reduciendo emisiones, etc.
¿Hablamos?
Fuentes
(1) El Economista
(2) Smarttravel